Robaste mi inspiración y corriste
tan rápido como el viento te lo permitió.
En las manos me dejas el perfume
de un sentimiento tan puro que,
a veces, quiero temerle.
Mi meta es tu corazón; quiza la tuya
sean mis labios. Sólo tengo la certeza
del rubor de mis mejillas al rozarte.
A veces quiero girtar que amo lo que de tí conozco.
A veces, en sueños, te lo digo al oído.
No hay comentarios:
Publicar un comentario